Ángel de la jiribilla, ruega por nosotros. Y sonríe. Obliga a que suceda. Enseña una de tus alas, lee: Realízate, cúmplete, sé anterior a la muerte. Vigila las cenizas que retornan. Sé el guardián del etrusco potens, de la posibilidad infinita. Repite: Lo imposible al actuar sobre lo posible engendra un posible en la infinidad. Ya la imagen ha creado una causalidad, es el alba de la era poética entre nosotros. Ahora podemos penetrar, ángel de la jiribilla, en la sentencia de los Evangelios; Llevamos un tesoro en un vaso de barro. Ahora ya sabemos que la única certeza se engendra en lo que nos rebasa. Y que el icárico intento de lo imposible es la única seguridad que se puede alcanzar, donde tú tienes que estar ahora, ángel de la jiribilla. Se muestra ahora el ángel de la jiribilla, José Lezama Lima. Universidad de La Habana, 1959. |
jueves, 1 de enero de 2009
Primero de enero 1959-2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario